Los Cimientos de una Revolución Financiera
En Barcelona, un equipo de desarrolladores y expertos financieros se reunió con una visión clara: democratizar el acceso a herramientas financieras sofisticadas. María González, nuestra fundadora, había trabajado durante años en el sector bancario tradicional y entendía las frustraciones de millones de personas que luchaban con sistemas obsoletos y procesos complicados.
Comenzamos en un pequeño apartamento en el barrio de Gràcia, con apenas tres ordenadores y mucha determinación. Nuestro primer prototipo tardó ocho meses en desarrollarse, pero desde el primer día supimos que estábamos creando algo especial. La idea era simple pero revolucionaria: ofrecer educación financiera práctica junto con herramientas tecnológicas intuitivas.